miércoles, 17 de mayo de 2017

Dietas modificadas en macronutrientes.

Introducción.
Es bien sabido ya, que para mantener un adecuado estado de salud, las personas necesitan proporcionar al organismo energía y nutrientes provenientes de sus alimentos. Los componentes básicos de los alimentos, tienen funciones específicas y se describen como sustancias necesarias para el organismo porque no pueden ser sintetizadas en él.
Los carbohidratos, proteínas y grasas, son los macronutrientes presentes en los alimentos, que se han denominado “macro” por ser los que requiere el organismo en mayor proporción y es de éstos de los que se obtiene energía.
El gasto energético en el curso de las patologías se incrementa, por lo tanto la necesidad de modificar la ingesta calórica también debe evaluarse, sin embargo ante la presencia de algunas patologías o riesgos a la salud, es necesario limitar o eliminar la ingesta de algunos nutrientes, o de algún tipo de ellos, por la interacción que éstos tengan en el organismo, por la dificultad para metabolizarlos, porque puedan provocar alergias, porque las reservas presentes en el individuo sean excesivas o bien que por su propia patología, no puedan eliminarse los productos metabolizados.
La intención de modificar el contenido de macronutrientes de la dieta de una persona, es intervenir favorablemente en la recuperación de su estado de salud o bien mitigar los síntomas de alguna enfermedad; sin embargo, debe vigilarse que las necesidades energéticas y del resto de nutrientes, se cubran adecuadamente.

 Modificada en energía


Hipoenergética: Se trata de una dieta equilibrada en la que se realiza un balance negativo de energía en relación al gasto energético basal de 500 a 1000 kcal; es importante mencionar que un déficit energético mayor, sólo debe ser recomendado por el médico y con una adecuada vigilancia nutricional, de tal forma que el organismo obtenga la cantidad de nutrientes que requiere.
El contenido energético de la dieta se distribuirá en 45% de carbohidratos, 20% de proteínas y 35 % de lípidos. Distribuyendo la energía a lo largo del día en relación a los hábitos de la persona entre cuatro y cinco comidas en donde el desayuno y la colación de media mañana proporcionan el 25 % de las calorías totales recomendadas, la comida entre el 35 y 40%, la colación de la tarde el 15% y la cena entre el 20 y el 25%.
Indicaciones.
Las dietas hipoenergéticas, son útiles para el tratamiento de enfermedades metabólicas como: sobrepeso, obesidad, hipertensión, síndrome de Cushing o hipotiroidismo, además de complicaciones propias de algunas patologías; ante el consumo de algunos fármacos como inmunosupresores o corticoides.
Guía de alimentos:










Lácteos
Leche descremada, yogurt light
Alimentos de origen animal
Pollo, res, ternera, pescado, cerdo (carne magra), clara de huevo, jamón de pavo, pata de res, queso panela, cotagge, requesón, etc.
Frutas
Todas, frescas, enteras y con cáscara.
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, bolillo, tortilla, pan de caja integral (todos los cereales sin grasa).
Leguminosas
Frijol, lenteja, haba, garbanzo, soya, alubia, alverjón (de preferencia preparados de forma tradicional en casa, que no sean comerciales)
Aceites y grasas
Aceites de origen vegetal y semillas como nuez, almendra, cacahuates, pepitas, avellanas, piñones, pistaches, nuez de la india, aceitunas, chía, linaza y aguacate.
azúcares
Ninguno
Otros
Bebidas Light sin azúcar.


  Datos interesantes:

Es útil elegir alimentos que proporcionen volumen y que contengan pocas calorías, que además sean duros, porque la masticación crea sensación de plenitud.
Ningún alimento aislado engorda o adelgaza, es el conjunto de alimentos y la cantidad que se consume lo que tiene un efecto a largo plazo en la salud de las personas.
El migajón del bolillo, aporta las mismas calorías que la corteza.

Hipernergética: El contenido energético de la dieta, es mayor en relación al gasto energético total del paciente, tiene la finalidad de incrementar los macronutrientes estructurales que pueden haberse perdido a causa de deficiencias alimentarias o como consecuencia de una patología; debe ir incrementándose el contenido energético de manera gradual, observando el apetito de la persona, no se recomienda la utilización de alimentos que generen demasiada saciedad, por lo que los nutrientes incrementados en la dieta deben ser de preferencia los carbohidratos y grasa, las cuales deben ser saludables, monoinsaturadas y poliinsaturadas. La distribución energética puede ser 65% de carbohidratos, 15% de proteína y 20% de lípidos y se recomienda proporcionarse en cinco  o seis tiempos de comida, de acuerdo a las necesidades y tolerancia del paciente.
Indicaciones:
Generalmente se indica éste tipo de dieta a pacientes que presentan desnutrición energética, desnutrición energético-proteica, ante la presencia de enfermedades catabólicas como cáncer, SIDA, quemaduras, sepsis o enfermedades neurológicas.
Guía de alimentos:

Lácteos
Leche entera, descremada, semidescremada o yogurt
Alimentos de origen animal
Pollo, res, ternera, pescado, cerdo, huevo, mariscos, embutidos de pavo y todos los quesos.
Frutas
Todas.
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tapioca, papa, camote, bolillo, tortilla, pan dulce, pan de caja.
Leguminosas
Frijol, lenteja, haba, garbanzo, soya, alubia, alverjón.
Aceites y grasas
Aceites de origen vegetal y grasas con proteína como nuez, almendra, cacahuates, pepitas, avellanas, piñones, pistaches, nuez de la india.
azúcares
Azúcar, miel, mermelada, cajeta, ate; se recomienda consumir todos los presentes en el grupo de azúcares sin grasa
Otros
Jugos y agua con sabor industrializados con azúcar.

 Datos interesantes:
La propia carga energética de la dieta, obliga a incrementar la cantidad de alimentos que deben ingerirse, por lo tanto es muy útil que éstos sean distribuidos en varios tiempos de comida.
En el caso de las patologías que provocan catabolismo energético, es necesario cubrir las necesidades del paciente, con la intención de prevenir la presencia de desnutrición energética, proteica o mixta.
En pacientes que han cursado largos periodos de ayudo o bien que presentan desnutrición crónica, el incremento de calorías debe realizarse de manera gradual para evitar el síndrome de realimentación.

 Modificada en tipo y cantidad de hidratos de carbono y fibra dietética.

Los carbohidratos, son la fuente principal de energía para el organismo; en este tipo de dieta, el contenido se modifica, de tal forma que organismo cuente con sus requerimientos mínimos, aportados por medio de carbohidratos complejos en su mayoría, el contenido de fibra dietética es mayor por lo tanto proporciona saciedad y permite reducir el nivel de glucosa y triglicéridos en sangre.
La ingesta de carbohidratos en ésta dieta se reduce hasta un mínimo de 40% y un máximo de 50% del valor energético total, favoreciendo el consumo de carbohidratos de tipo complejo que serán el 95% del consumo y los simples solo el 5%; no debe descuidarse la cobertura energética del organismo por lo que en éste caso debe incrementarse el consumo de grasas, siempre vigilando que éstas sean saludables, es decir monoinsaturadas y poliinsaturadas.
Indicaciones:
La dieta está indicada para el tratamiento y control de enfermedades metabólicas como: diabetes tipo 1 y 2, obesidad, síndrome metabólico e hipertrigliceridemia.
Guía de alimentos:
Lácteos
Leche descremada, yogurt light
Alimentos de origen animal
Pollo, res, ternera, pescado, huevo completo o clara de huevo, jamón de pavo (favoreciendo el consumo de carnes magras) y queso panela, cottage o requesón.
Frutas
Ciruela roja, melón, durazno, fresa, jícama y todas las que tengan menos del 10% de carbohidratos.
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tortilla, pan de caja integral y los presentes en el grupo de cereales sin grasa.
Leguminosas
Frijol, lenteja, haba, garbanzo, soya, alubia, alverjón, preparados en casa de preferencia, por su contenido en fibra.
Aceites y grasas
Aceites de origen vegetal y grasas con proteína como nuez, almendra, cacahuates, pepitas, avellanas, piñones, pistaches, nuez de la india y aguacate.
azúcares
Ninguno
Otros
Bebidas light, sin calorías.


Datos interesantes:
Para elegir los alimentos que se consuman en esta dieta, es importante revisar la cantidad de carbohidratos que contienen, así como su carga glucémica (tiempo que tarda en manifestarse como glucosa en sangre).
Es una dieta saludable, por su alto contenido de verduras, lo cual le brinda la característica de ser alta en fibra dietética.
La presencia de las patologías para la cual está dirigida la dieta, generalmente está acompañada de sobrepeso u obesidad; el beneficio adicional de la dieta es por lo tanto la recuperación saludable del peso. 

Modificada en residuo.

Es una dieta característica por ser pobre en fibra dietética y lactosa que forman parte del volumen fecal, desde el punto de vista nutricional, es una dieta incompleta que debe ir progresando en relación a la evolución patológica del paciente, de tal forma que se logre la ingesta de una dieta normal.
Indicaciones:
Se indica en pacientes que cursan por enfermedades gastrointestinales como diverticulitis, gastroparecia, enfermedad de Crohn, obstrucción o estenosis del intestino, colitis ulcerativa, diarreas agudas o crónicas, pe y post operatorios del tracto intestinal, fistula intestinal, preparación de exploraciones radiológicas como rayos X de colon y abdomen o endoscopia.
La distribución energética puede recomendarse con un 50% de carbohidratos, 15% de proteínas y 35% de lípidos, incluyendo solamente un máximo de 5 gr de fibra.
Guía de alimentos:
Lácteos
Yogurt
Alimentos de origen animal
Pollo, jamón de pavo (evitando consumir partes grasas) y queso panela.
Frutas
Manzana, pera y durazno cocidos y sin cáscara.
Verduras
Zanahoria y chayote cocidos.
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tortilla, pan de caja integral y los presentes en el grupo de cereales sin grasa.
Leguminosas
Ninguna
Aceites y grasas
Aceites de origen vegetal.
azúcares
Ninguno
Otros



Datos interesantes:
Es importante analizar las necesidades específicas de cada paciente para determinar la restricción de alimentos.
Por las características propias de la dieta, es necesario que se ofrezcan más tiempos de comida y menos abundantes.
De acuerdo a la restricción alimenticia y si es necesario administrarla por largos periodos, se puede indicar el uso de suplementos que contienen nutrientes listos para su absorción. 
 Brat o Braty.


Es una dieta muy pobre en nutrientes por lo que no debe mantenerse por más de 48 horas; su nombre es el acrónimo de los alimentos que pueden incluirse en la dieta (en inglés), la cual debe irse regularizando de manera gradual y vigilarse la hidratación del paciente.
El objetivo del tratamiento, es reducir la estimulación de la secreciones gastrointestinales y la velocidad de transito lo cual reducirá el número y volumen de las deposiciones así como permitirá mejorar su consistencia.
El valor energético del tratamiento, debe distribuirse aproximadamente en un 92% de carbohidratos, 4% de proteínas y 4% de lípidos.

Indicaciones:
Indicada para pacientes que presentan gastroenteritis aguda, cuadro diarreico agudo, disminución de la función absortiva del tubo digestivo o enfermedad inflamatoria intestinal.

Guía de alimentos:
Lácteos
Solo yogurt
Alimentos de origen animal
Ninguno
Frutas
Manzana y plátano
Verduras
Ninguna
Cereales y tubérculos
Arroz y pan tostado
Leguminosas
Ninguna
Aceites y grasas
Ninguna
azúcares
Ninguno
Otros



Datos interesantes:
Debe fraccionarse la dieta en comidas frecuentes, en las cuales se repetirán los alimentos, no deben ser copiosas, con la finalidad de reducir el peristaltismo intestinal.
El agua que se le proporcione al paciente, debe representar un volumen mayor al de las perdidas, se sugiere entre 100 y 200 ml después de cada evacuación.
De ser necesario, se puede recurrir a la rehidratación por vía intravenosa. 

Modificada en el tipo y cantidad de lípidos.

Es una dieta recomendada para el tratamiento de patologías específicas relacionadas con los lípidos o bien como tratamiento preventivo en donde se estimula la restricción energética por su vinculación a problemas de sobrepeso u obesidad, recomendando además el incremento de la actividad física. La dieta tiene la finalidad de apoyar el tratamiento farmacológico, cuando éste ha sido prescrito y en general deben normalizarse los valores séricos de lípidos para evitar riesgos cardiovasculares.
La dieta debe proporcionar menos de 200mg de colesterol, menos del 7% de grasa saturadas (del total de grasas), baja en carbohidratos de 45 a 55% y bajas en grasas trans; distribuyendo la energía aproximadamente en un 45% de carbohidratos, 18% de proteínas, 37% de grasas totales de los cuales, 20% sean monoinsaturados, 10% poliinsaturados y 7% saturados.
Indicaciones:
Se recomienda en pacientes con hiperlipidemias por alteraciones alimenticias que padecen obesidad, sobrepeso, ateroesclerosis, dieta alta en carbohidratos (mayor al 55%) y abuso de alcohol; derivadas de patologías como: diabete mellitus, hipotiroidismo, enfermedad hepática obstructiva y enfermedades cardiovasculares; también en los casos en los que se presente por consumo de medicamentos como: esteroides, anabólicos, costicosteroides o altas dosis de betabloqueadores.
Guía de alimentos:
Lácteos
Leche descremada y yogurt light
Alimentos de origen animal
Sólo carnes magras de pollo, pescado y res, además de clara de huevo, queso cottage, panela, requesón, jamón de pechuga de pavo y pata de res
Frutas
Todas las que tengan menos del 10% de carbohidratos como sandía, melón, guayaba, jícama, ciruela roja y durazno
Verduras
todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, bolillo, torilla, pan de caja, de preferencia integral.
Leguminosas
Frijol, lenteja, haba, garbanzo, soya, alubia, alverjón. Es recomendable los preparados en casa por conservar su fibra
Aceites y grasas
vegetales y grasas con proteína como nuez, almendras, cacahuates, avellana, piñones, pistaches, nuez de la india, además de aceitunas, chia, linaza y aguacate.
azúcares
Ninguno
Otros


Datos interesantes:
Las dislipidemias primarias, son el resultado del consumo inadecuado de alimentos poco saludables y las dislipidemias secundarias, tienen un fuerte factor hereditario, ser consecuencia de alguna otra patología o bien el resultado del consumo de medicamentos.
La primera opción del tratamiento de dislipidemias, es la dieta adecuada a las necesidades de cada paciente, solo en casos extremos se recurre a la administración de fármacos.
El incremento de ácidos grasos, es punto clave del tratamiento dietético.
  
Cetogénica.

Es una propuesta terapéutica, en donde los carbohidratos se reducen al consumo mínimo, sin embargo, por lo limitada ingesta del macronutriente, resulta desequilibrada en el consumo de vitaminas y minerales. La cantidad de carbohidratos que se sugiere, así como el incremento en el consumo de lípidos es necesario para generar cetosis, se basa en el principio de utilización de energía a partir de las reservas grasas.
La distribución energética, se recomienda de 20% de carbohidratos, 20% de proteínas y 60% de lípidos.

Indicaciones:
Es una dieta muy útil en el tratamiento de obesidad mórbida, convulsiones y niños con cáncer.

Guía de alimentos:
Lácteos
Leche entera y yogurt natural
Alimentos de origen animal
Carnes con grasa de res, cerdo, pollo, pescado, huevo entero, jamón, chicharrón, vísceras en general y todo tipo de quesos.
Frutas
Ninguna
Verduras
todas
Cereales y tubérculos
Ninguno
Leguminosas
Ninguna
Aceites y grasas
vegetales y de origen animal como manteca, tocino, mayonesa, crema, margarina, mantequilla, peperoni, chorizo, longaniza, aguacate, aceitunas, chía, linaza; grasas con proteína como nuez, cacahuate, avellana, pepitas, almendras, piñones y pistaches.
azúcares
Ninguno
Otros
Ninguno


Datos interesantes:
Aunque es una dieta muy útil para bajar de peso, no debe utilizarse por periodos mayores a seis semanas; puede repetirse si el paciente demuestra compromiso ante el tratamiento.
Es importante durante este periodo estimular al paciente en relación a la necesidad de seguir una dieta balanceada para mantener un adecuado estado de salud.
El alto contenido de grasas y proteínas genera sensación de saciedad por largos periodos; es importante mencionar que debe estimularse la inclusión de ácidos grasos, lo cual además permite la reducción de lípidos en sangre.
  


Modificada en tipo y cantidad de proteínas.

Hipoproteica: se caracterizan por contener un limitado aporte de proteínas, son la terapia principal de algunas enfermedades, sin embargo, por no aportar la cantidad suficiente de aminoácidos esenciales, es importante la estrecha vigilancia del paciente.
El contenido energético debe distribuirse a razón de 60% de carbohidratos, 8% de proteínas y 32% de lípidos; naturalmente los alimentos de origen vegetal, son los que predominan la variedad de esta dieta que se encargan de aportar el resto de nutrientes necesarios para el organismo.
Indicaciones:
Se indica en pacientes con problemas hepáticos o renales como insuficiencia renal aguda, enfermedad renal estadios I al IV sin tratamiento sustantivo, proteinuria y fenilcetonuria.

Guía de alimentos:

Lácteos
Leche entera, descremada, todo tipo de quesos y yogurt
Alimentos de origen animal
Pollo, pescado, res, huevo, queso panela, requesón y queso cottage.
Frutas
Todas
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tapioca, bolillo, tortilla, pan de caja, pan dulce, papa, camote.
Leguminosas
Lenteja, haba, alverjón, frijol, garbanzo.
Aceites y grasas
Vegetales como de oliva, de girasol, soya, etc. Y crema
azúcares
Azúcar, miel, ate
Otros
Ninguno

Datos interesantes:
Debe cuidarse el estado nutricional del paciente, de tal forma que se evite la presencia de desnutrición proteica o energética.
Para evitar el déficit energético, es importante que se vigile el contenido energético de la dieta.
Si se consigue incluir una variedad adecuada de alimentos, la dieta será muy fácil de seguir.





Hiperproteica: proporcionan al individuo más de 1gr de proteína por kilogramo de peso al día, la dieta contiene una cantidad adecuada de calorías, aunque también podría ser hiperenergética, no puede considerarse una dieta adecuada ya que se reduce el porcentaje proporcionado por los carbohidratos, así como el de lípidos, se distribuye proporcionando un 50% de carbohidratos del contenido energético total, el 25% de proteínas y el 25 % de lípidos.
Indicaciones:
Está dirigida para pacientes con problemas hipercatabolicos, lo cual eleva sus requerimientos proteicos como en el caso de la sepsis, desnutrición proteica, enfermedad renal crónica en tratamiento sustantivo, pacientes politraumatizados, VIH, cáncer, quemaduras y estados febriles.

Guía de alimentos:
Lácteos
Leche entera, descremada y yogurt
Alimentos de origen animal
Pollo, pescado, res, mariscos huevo, jamón de pavo y todo tipo de quesos.
Frutas
Todas
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tapioca, bolillo, tortilla, pan de caja, pan dulce, papa, camote.
Leguminosas
Lenteja, haba, alverjón, frijol, soya.
Aceites y grasas
Vegetales como de oliva, de girasol, soya, aceites con proteína como nuez, almendras, cacahuates, pepitas, avellanas, piñones, pistaches, nuez de la india; aceitunas, chía, linaza y aguacate.
azúcares
Azúcar, miel, mermeladas, cajeta.

  
Datos interesantes:
Durante el tratamiento con este tipo de dieta, es necesario vigilar la función renal del paciente.
En realidad no hay alimentos prohibidos para éste tipo de dieta, por el contrario, cuando las necesidades proteicas no son cubiertas con la dieta, deben administrarse complementos como el caseinato de calcio que debe integrarse en preparaciones como licuados o gelatinas.
 
 Baja en purinas.

Es una dieta en la que los alimentos permitidos tienen bajo contenido en purinas, aunque la mayoría de los alimentos contienen purinas, deben elegirse aquellos con un menor porcentaje de éstas; con la finalidad de que el ácido úrico no se acumule. El seguimiento de la dieta adecuada, ayudará al éxito en el tratamiento farmacológico y a la reducción de síntomas característicos de la patología.
La dieta es adecuada en el porcentaje de macronutrientes ya que el 55% de energía total corresponde a carbohidratos, el 15% a proteínas y el 305 a lípidos.
Indicaciones:
Se recomienda para pacientes que por alto consumo de purinas, presentan incremento de ácido úrico; gota o enfermedad renal.

Guía de alimentos:
Lácteos
Leche entera, descremada y yogurt
Alimentos de origen animal
Pollo, pescado, huevo, jamón de pavo y todo tipo de quesos.
Frutas
Todas
Verduras
Todas
Cereales y tubérculos
Arroz, avena, tapioca, bolillo, tortilla, pan de caja, papa y camote.
Leguminosas
Ninguna
Aceites y grasas
Aceites de oliva, canola, girasol, aguacate, almendras, aceitunas, chía, linaza y con proteína como avellanas, pepitas, piñones y pistaches
azúcares
Azúcar y miel.
Bebidas
Agua natural, y de frutas naturales.








 Datos interesantes:
En este tipo de dieta, es importante enfatizar en los alimentos a proporcionar al paciente, que básicamente son frutas, verduras y carnes blancas.
Cuando la dieta se elabora adecuadamente para éste tipo de paciente, tiende a reducir la necesidad de utilizar fármacos y previene la presencia de ataques gotosos.

Conclusión.
La mayoría de las patologías, tienen su origen en los hábitos inadecuados de alimentación, actualmente el sobrepeso y la obesidad, son problemas de salud que traen consigo manifestaciones como la hipertensión, la diabetes, enfermedades  cardiovasculares, cerebrovasculares, riesgo de padecer algunos tipos de cáncer y otras alteraciones que reducen la calidad de vida del paciente e incluso comprometen su vida; aunado a ello, se observan problemas de desnutrición energético-proteica, que si bien es menos frecuente tiene consecuencias de mayor riesgo para las personas.
Si bien es cierto que una práctica alimenticia deseable, permitirá prevenir la presencia de muchas enfermedades, es importante destacar que una vez presente la patología, en muchas ocasiones la terapia adecuada debe ser el abordaje nutricional como primera instancia y solo en caso necesario recurrir a la administración de fármacos.
Durante el proceso terapéutico, es deseable dar a conocer a los pacientes el beneficio de mantener una sana alimentación y adecuada a sus características personales, enfatizar en la necesidad de revisar etiquetas, así como de identificar aquellos productos que podrían afectar su salud y en los casos en los que se presente alguna patología crónica, debe señalarse la utilidad de la orientación nutricional para el éxito terapéutico.
Los factores que deben observarse en relación al tratamiento de un paciente, abarcan desde sus necesidades energéticas, patologías, administración de medicamentos, factores que modifican sus necesidades nutricionales, capacidad de masticación, deglución y digestión, efectos indeseables de los medicamentos, etc., al abordaje nutricional de la atención al paciente debe garantizar que las necesidades energéticas y nutricionales del paciente, sean cubiertas de tal forma que su dieta no represente un riesgo mayor para su salud, sino al contrario, sea el elemento fundamental para su recuperación.

Referencias.
Carbajal, A. (2013). Dietas de adelgazamiento. Manual de nutrición. Recuperado de https://www.ucm.es/data/cont/docs/458-2013-08-18-cap-22-dietas-adelgazamiento.pdf
Galván, A. Gutiérrez, C. & Orozco, S. (2013). Dietas cetogénicas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad. Recuperado de http://revista.nutricion.org/PDF/DIETAS-CETOGENICAS.pdf
González, T. Martín, I. & Plascencia, D. (2001). Manual de dietoterapia. Editorial ciencias médicas. Recuperado de http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/manual_dietoterapia.pdf
Hospital de Sagunto. (2016). Dieta astringente. Dietas para pacientes, servicio de urgencias. Recuperado de http://www.segundomedico.com/wp-content/uploads/2016/11/Dieta-astringente-diarrea.pdf

Universidad Abierta y a Distancia de México. (UnADM, n.d). Dietas modificadas en macronutrientes. Dietoterapia. Recuperado de https://unadmexico.blackboard.com/bbcswebdav/institution/DCSBA/Bloque%202/NA/04/NDIE/U3/descargable/U3_DIE_170317.pdf

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